Conozco varias familias que han tenido decepciones con sus hijos, porque, aunque les habían enseñado principios y valores… y habían construido para ellos un ambiente de fe y de amor, éstos tomaron el rumbo equivocado o se involucraron con la gente equivocada.
Especialmente recuerdo el testimonio de una de esas parejas de quienes su hija se metió en las drogas y terminó viviendo en la calle como una desamparada. Ellos como padres oraron a Dios, aunque también buscaron ayuda en el plano natural, pero -según cuentan en su testimonio, “nada parecía funcionar”; esta situación estaba causando conflictos en su familia y aunque ante los ojos naturales parecía que no se iba a resolver, ellos decidieron ser padres de fe; fue así como empezaron a cambiar la queja por la oración, las palabras negativas por aquellas de bendición que declaraban sanidad y libertad sobre su hija; ellos oraron creyendo.
Dejaron el lenguaje natural de llamar la situación como algo sin remedio y decidieron declarar la victoria… a esto se le conoce como “llamar a las cosas que no son como si fueran” (Romanos 4:17). En medio de una situación familiar de enfermedad de su abuelo, la joven visitó el hospital y en medio de estas visitas ella recibió la fuerza de voluntad y el milagro para salir de las drogas y abandonar ese mundo de oscuridad; ella experimentó una transformación total, regresó a su casa, a la iglesia, totalmente libre de las drogas, se registró en la universidad y obtuvo su título. Hoy tiene una carrera y una familia exitosa; además en su tiempo libre es voluntaria para ayudar a otros en dificultades.
Por eso hoy te pregunto ¿será que Dios te ha abandonado o tú te has rendido?; si este testimonio le llegó profundamente a tu corazón te invito para que “no te rindas de orar y creer por la restauración, de tu familia”; si tu situación es similar al testimonio; “no te rindas con tu hijo, tu hija o tu cónyuge”. Aunque parezca que las cosas están empeorando, ¡no te rindas; al final verás la victoria!
Dios siempre vence sobre el mal, el enemigo ha sido derrotado
En el tiempo de Dios, verás la victoria… sigue adelante en fe.
Oro para que cambies tu lenguaje de angustia a lenguaje de fe.
Versículo: “¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo!” 1 Corintios 15:57 (NVI)
Buen Dia
Juan C Quintero
www.buendiatodoslosdias.com