«Bendice, alma mía, al Señor,y no olvides ninguno de sus beneficios.» Salmos 103:2 (énfasis de la autora)
Si quisieras orar por mí, te hago esta petición, usando las palabras del apóstol Pablo: «Oren también por mí para que, cuando hable [y escriba], Dios me dé las palabras para dar a conocer con valor el misterio del evangelio» (Efesios 6:19). ¡Gracias!
Bendiciones en este nuevo año, mi querida lectora.
Fuente Original: 2019: Palabra del año