Las herencias son un derecho adquirido que nace en el deseo de quien, en vida, lo ha declarado. Es también la herencia un tesoro que se recibe de alguien que nos ama y desea que recibamos algo valioso en un momento determinado.
Todos los creyentes tenemos herencia de Dios.
Sé por la experiencia propia y de los demás, que las personas anhelan ser bendecidas, recibir el favor y la gracia para vivir una vida plena, pero la mayoría las busca de la manera equivocada.
Quizás no saben que las bendiciones y el favor son una parte de la herencia recibida de Dios por medio de su hijo Jesucristo. Como es una herencia es algo que nos pertenece.
Solo hay que aceptar el dador de la herencia, reconocerlo como el Señor de la vida y como la fuente de la bendición; porque ciertamente esta no es una herencia que se recibe por su capacidad, ni por su inteligencia, ni por su dinero o por su poder, todo esto inútil para recibir la herencia celestial.
La verdadera fuente de la bendición está en Jesús, en El recibimos todas las promesas de Dios para con sus hijos.
Sea agradecido(a) diariamente por las pequeñas y grandes bendiciones. Declare: “Señor, gracias por tus bendiciones de hoy. Tu gracia me permite estar en el lugar y momento correctos. Gracias porque colocas a las personas adecuadas y me das gracia delante de los demás en todos los lugares a los que voy”.
La palabra de Dios dice que El añadirá sus bendiciones sobre ti y tu familia, ¡qué gran promesa!, por lo tanto créalo, es algo que le pertenece. Agradezca diariamente por la unción, por el poder, por el favor que va a recibir. Active el poder del agradecimiento para recibir la herencia de bendición que te pertenece.
Oremos: “Señor, gracias por tus bendiciones diarias en mi vida. Creo que todos los días hay más para mí y mi familia porque tú eres Dios de bondad, que derramas tu favor sobre nosotros, lo creo en fe y te doy gracias en el nombre de Jesús, Amén”.
Versículo: “El Señor añadirá sus bendiciones sobre ustedes y sobre sus hijos”. Salmos 115:14 (RVC).
Buen Día,
Juan C Quintero
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