Las experiencias fuertes transforman la forma de pensar y de actuar de las personas, las decisiones tomadas en esos momentos hacen que la vida cambie definitivamente para bien o simplemente que la persona se derrumbe y tome decisiones equivocadas, tales como abandonarse a sí misma, adquirir un vicio etc.
Pero Dios quiere actuar en esa persona invitándola a acercarse a Él por medio de su hijo Jesucristo, actuando el milagro de la transformación.
Cuando le entregamos nuestra vida a Jesús, aceptándolo como el Señor y Salvador, se pasa a ser una “nueva criatura”, lo que antes era ya no lo es más.
Si antes hacia el mal ahora está llamada a hacer el bien, consigo mismo(a), con los demás, pero por sobre todas las cosas está llamada para servir al Señor.
La realidad es que Dios ejecuta obra gran parte de su mover en esta tierra por medio de las personas; Él nos ha dotado dones y talentos, están allí, quizás todavía no han sido activados porque no se han descubierto. Al entregar la vida al Señor se coloca la persona en la brecha del inicio del despertar de los dones tanto naturales como espirituales. Y el primer paso para descubrir los dones es humillarse a si mismo, permitir que el Espíritu Santo actúe en el interior y activarse sirviendo. Al dar de lo que tenemos a los demás, sumándole oración y lectura de Su Palabra se te será manifiesto el don y se te perfeccionaran los talentos.
Todo ello para ponerlo al servicio de Dios, Él te los da y también te indica cómo y dónde usarlos.
El verdadero gozo y la verdadera transformación ocurren cuando lo que tenemos lo ponemos al servicio de los demás… ten en cuenta esto, lo que él nos dio no es para nosotros y nuestro deleite, es para servir a los demás, para que “seamos el milagro” de alguien más. Tu vida se llenará de un profundo gozo, serás bendecido como nunca antes y un instrumento del bien.
Pide en oración: “Señor, dese hoy decido servirte, deseo con todo mi corazón conocer los dones y talentos que me has dado, te los dedico, quiero ser usado para servirte y honrarte con ellos”.
Versículo: “…Preséntense, más bien, ante Dios como lo que son: muertos retornados a la vida, y hagan de sus cuerpos instrumentos del bien al servicio de Dios”. Romanos 6:13 (BLPH)
Buen Día
Juan C Quintero
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