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Hemos oído de la palabra “yugo” pero quizás no conoces el significado. Un yugo, en lo natural, es el elemento que une a los caballos o bueyes para que puedan trabajar uno al lado del otro. Es yugo el que los mantiene unidos para que no se puedan separar.
En la Biblia se nos habla del “yugo” para referirse a las “ataduras” que mantienen a los creyentes unidos a lo que es pecado, es decir, a lo que les mantiene esclavos.
Esto es una realidad, si evalúas tu vida pasada o presente podrás encontrar que en algún momento se estuvo; (o tal vez aún se está) viviendo en esclavitud por causa de ese pecado.
Hoy se habla poco en muchas iglesias sobre este tema, quizás porque no es atractivo para la mayoría de las personas, pero es vital para comprender el evangelio y vivir en libertad.
Algunos ejemplos de ataduras pueden ser enfermedades físicas o mentales, fortalezas mentales, falsas creencias, miedo, pesadillas, conflictos en la familia, maldiciones generacionales, esclavitud a la lujuria, a la pornografía, quiero también enfatizar en esto, hay ataduras tales como la pobreza, los problemas financieros, y otras que son altamente perjudiciales para la salud física y mental como las adicciones a las drogas, al alcohol o al tabaco.
La gran noticia que te tengo para hoy es que “Dios no nos quiere viviendo esclavos de la esclavitud del pecado, Él quiere que seamos libres”.
Por tal motivo te presento tres pasos importantes para que puedas ser libre o para que ayudes a otros a ser libres. Como premisa para la libertad la persona debe creer en Jesús y convertirlo en el Señor de su vida, tal y como lo declara Romanos 10:9 (te motivo a que lo busques en tu Biblia)… los pasos son estos:
- Cancelar cualquier fundamento legal que puedas haberle dado al pecado y al maligno en tu vida.
- Acabar con el estilo de vida que te conduce al pecado.
- Utilizar la autoridad legal dada por Dios para alejar al mal y sus espíritus todo “en el nombre de Jesús”.
Tu territorio (cuerpo, decisiones, etc.) son tuyos, nadie puede invadirlos a menos que tú mismo(a) lo permitas.
Jesús perdonó tus pecados cuando genuinamente te arrepentiste, pero necesitas crecer y madurar espiritualmente para no caer en tentación.
Sé que muchas personas no quieren renunciar a su pecado. Pero el verdadero arrepentimiento es decidir no caer más y pedirle fortaleza al Señor todos los días, por lo tanto, la acción más importante para permanecer en la decisión tomada es la conexión diaria con Dios… para lograrlo es sencillo; en pocas palabras es; leer la Palabra de Dios y orar diariamente, congregarse sin falta, participar activamente del ministerio al que Dios te llame; puesto que cuando servimos a Dios crecemos más rápido. Estas son un todo, no son solo una elección individual, en su conjunto son las mínimas acciones para vivir a la manera de Dios.
¡Animo, hoy es un buen día para comenzar a caminar con mayor compromiso!
Oro para que esta reflexión y meditación de hoy toque tu corazón.
Versículo: “Luego dijo Jesús a sus discípulos: ―Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme”. Mateo 16:24 (NVI)
Buen Dia
Juan C Quintero
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