Reflexionar, meditar, pensar, son palabras que a su vez son sinónimos para referirse a hacer un alto, abandonar lo que se este haciendo y enfocarse en un tema en particular.
Creo que esta práctica, tan necesaria, se ha ido desapareciendo de los buenos hábitos del ser humano, quizás por la premura de la vida, por la cantidad de actividades a realizar y/o porque simplemente no se estimula a realizarlo.
Dios quiere que meditemos en Su Palabra, esta fue una instrucción que claramente le entregó a Josué, para que tuviera éxito; le dijo “Estudia constantemente este libro de instrucción. Medita en él de día y de noche para asegurarte de obedecer todo lo que allí está escrito. Solamente entonces prosperarás y te irá bien en todo lo que hagas” (Josué 1:8 – NTV)
Esta recomendación de estudiar y meditar en la Palabra de Dios sigue siendo crucial para los cristianos hoy en día. Porque ante nuestros ojos vemos como se están imponiendo los valores mundanos y el llevar vidas sin Dios.
Así que, a menos que protejamos nuestro corazón, poco a poco comenzarás a aceptar estas tendencias como algo normal e incluso comenzarás a aplicarlas y hasta defenderlas.
Te invito para que te disciplines para meditar diariamente en la Palabra de Dios, para que hagas énfasis en lo que puedas aprender del carácter de Jesús, para que pienses en como parecerte más a Él, y en cómo mantener tu vida en los caminos del Señor.
Para lograrlo debes, primero orar pidiendo revelación de Dios, luego empezar a leer las Escrituras con la mente y el corazón puestos en esa lectura, para luego guardar silencio, y que de esta manera puedas oír de Él y aplicar la verdad bíblica a tu vida.
David recibió de Dios como una gran revelación y la escribió en el libro de Salmos 46:10, diciendo, “¡Quédense quietos y sepan que yo soy Dios!…” (NTV)
Saca el tiempo a solas con Dios, sin distracciones, coloca tus preocupaciones, planes y proyectos a un lado. Ten en cuenta que este no es un tiempo para pedir, es un tiempo para recibir de Dios; al hacerlo te harás consciente de la presencia del Señor y recibirás de Su instrucción y guía para tu vida, al tiempo que renuncias a lo que el mundo te ofrece y te conectas con la bendición que Dios te quiere dar puesto que Dios mismo nos asegura que de esta forma tendremos éxito en todo lo que hagamos.
Oremos “Señor, gracias por darnos Tu Palabra. Decido meditar en ella, día y noche; y obedecerla porque quiero ser agradable ante ti. Se que tu promesa se cumplirá, que me darás fortaleza ante las tentaciones y tendencias de la vida y me aseguraras de que viviré en victoria, la que solo puede venir de Cristo Jesús, Amén”
Versículo “¡Quédense quietos y sepan que yo soy Dios! Toda nación me honrará. Seré honrado en el mundo entero”. Salmos 46:10 (NTV)
Buen Dia
Juan C Quintero
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