Hay una realidad y es que “todos hemos experimentado algún tipo de miedo en nuestras vidas”. Ya sea que se manifiesten frecuentemente, o de vez en cuando.
Existen muchos tipos de miedos… por ejemplo, a lo desconocido, a perder a alguien que amamos; o el miedo de hablar en público, o a las alturas; para otros será el miedo al rechazo, a comenzar un nuevo negocio, a aprender algo desconocido y la lista sigue.
Uno de los efectos más fuertes del miedo es que puede paralizar e inmovilizar a las personas.
El Señor sabía que tendríamos miedo y que dudaríamos. Y creo que por eso encontramos la palabra “No temas” repetida una y otra vez en la Biblia. Un gran secreto es que la sola fuerza de voluntad no nos permitirá vencer nuestros temores, sino que necesitamos de la intervención sobrenatural de Dios, en la que El poder de Su amor y Su gracia intervienen en una persona que quiere superar sus miedos.
El miedo te puede aislar y hacerte sentir incapaz.
Pero no es este el plan de Dios, El quiere que superemos nuestros miedos.
Apréndete hoy esta palabra “coraje”, la cual no significa ausencia de miedo, sino que es “la voluntad de perseverar y actuar a pesar de sentir miedo”. Dios nos hacer crecer en coraje.
Ponle mucha atención a esto, “si vas a hacer y a ser todo lo que Dios determinó, entonces tienes que decidir silenciar las voces negativas del miedo y, cambiarlas por las verdades de la Palabra de Dios”.
Si una voz te susurra “Tú no puedes” o te cuestiona haciéndote pensar “¿Qué pasa si fallas?; ¿Qué pasa si te avergüenzas?”; o cualquier otra voz negativa que te quisiera limitar; cámbiala por la voz de la verdad, la que está escrita en Su Palabra, aquella que te dice “no temas”; y que te asegura que Dios está contigo.
El miedo no es otra cosa más que un sentimiento, y pasará si lo abordas tal y como es.
Con Cristo todo lo puedes, porque Él te da fortaleza. Confronta tu miedo y verás como tu fe se hace más grande y esos temores más pequeños.
Enfréntalos antes de que estos se apoderen de tu vida. No dejes que el miedo te gobierne. Confía que, si “El Señor está contigo, ¿Quién puede estar contra ti?”
Y que así, con el tiempo puedas declarar lo mismo que David cuando escribió el salmo 34, verso 4 que dice “Busqué al Señor, y él me respondió; me libró de todos mis temores.”.
Oremos “Señor hoy vengo ante ti reconociendo que hay miedos que me afectan, quiero vencerlos, te pido que me ayudes, me des la fortaleza y la capacidad para enfrentarlos, para tener el coraje de superarlos y crecer en la fe, Declaro que yo todo lo puedo en Cristo que me fortalece, lo creo y pido en el precioso nombre de Jesús, Amen”
Versículo “Busqué al Señor, y él me respondió; me libró de todos mis temores”. Salmos 34:4 (NVI)
Buen Día
Juan C Quintero
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