En un día típico nos saludamos con las demás personas diciendo, “Buenos días, ¿cómo estás?”; lo curioso es la manera en que las personas responden, por ejemplo, dicen cosas como; “¡Muy bien, este día está precioso!”; o “¡Super…estoy vivo!”, o “¡Bien y mejorando!”, o “¿Cómo quiere que esté, hoy es lunes?”, o “¡ahí vamos… un día más!”, etc.,
Si evaluamos estas respuestas llegamos a la conclusión de que están centradas en sus estados de ánimo, ya sean estos reales o anhelos; por lo que podemos concluir que “las personas responden emocionalmente ante cada día que enfrentan”.
Sabemos que si las cosas están bien las personas están bien, y que si la situación es difícil ésta se reflejará en su estado anímico y en la manera de enfrentar la vida. Su felicidad esta puesta en lo exterior, como el clima, el ambiente de trabajo, las situaciones en el hogar, etc.
Bajo este panorama, te formulo la siguiente pregunta, ¿Cómo sería tu vida si no dependieras del estado de ánimo?; creo que la respuesta sería, ¡excelente y feliz!
En la Biblia se habla de un hombre que pasó por momentos muy buenos, quien también experimentó los más difíciles que un ser humano pueda enfrentar; pasó de ser un líder judío a ser un cristiano perseguido, de estar en puestos de privilegio a estar preso en las peores cárceles de la época; se trata de Pablo, el apóstol, quien llegó a tener una gran madurez espiritual, al nivel de “decidir estar contento cualquiera que fuera su situación” y esto lo dejó escrito en la carta a los filipenses, capitulo cuatro, versículo once.
Como cristianos, tenemos una razón para vivir felices, que tenemos a Jesús como nuestro salvador, que Él nos amó y nos ama, tanto que dio su vida por nosotros; nuestro destino final no es terrenal, porque por El tenemos vida eterna en el cielo; esa certeza debe ser para nosotros motivo de alegría, porque cualquier cosa que vivamos aquí será pasajera y la mirada debe estar puesta en lo que vamos a tener en la eternidad y no en lo que pasa o pasara en la corta existencia en la tierra.
Te exhorto para que empieces a verte como el ser eterno que en Jesús eres y a no permitir que las circunstancias de la vida sean las que manejen o definan tu felicidad en ninguna época.
Oro para que puedas recibir en tu espíritu este mensaje de certeza de vida eterna y de gozo en Jesús.
Versículo “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a estar contento en cualquier situación”. Filipenses 4:11
Buen dia
Juan C Quintero
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