“Juan usaba ropa tejida con rústico de camello y llevaba puesto un cinturón de cuero alrededor de la cintura. Se alimentaba con langosta y miel silvestre. Gente de Jerusalén, de toda Judea y de todo el valle del Jordán salía para ver y escuchar a Juan, y cuando confesaban sus pecados, el las bautizaba en el río Jordán.”
Mateo 3:4-6
Juan vestía muy diferente a la gente de su época, las personas se acercaban sólo por curiosidad; pero al escuchar su mensaje su curiosidad se convertía en arrepentimiento y salían de allí bautizados y con una vida renovada.
¿Cual es la reputación que tenemos como cristianos?
¿Viene la gente a nosotros por curiosidad sobre nuestros valores y manera de vivir?
¿O estamos camuflajeados entre la multitud sin que se note diferencia entre uno y otro?
Jesús vino e instituyó un ministerio fuera de lo común, el estaba en contra de la corriente del mundo; y su manera de vivir hizo que multitudes salvaran su alma.
No te afanes por aprender a predicar la palabra de Dios, más bien esfuérzate por vivirla y estarás dando la mejor predica de tu vida.
Dios te bendiga y te guarde.
-Por: Mildred Natera