El efecto de la bendición es multiplicador, ya que
es dado por Dios a sus hijos. Cuando bendices a otros
no solo de palabra sino de hecho, dicha bendición volverá a ti.
Por eso hoy mis bendiciones son para ti, porque al
bendecirte de todo corazón me bendigo a mí mismo,
recordando que Dios nos manda que seamos un solo cuerpo.
Aunque el cuerpo es uno solo, tiene muchos miembros
y todos los miembros no obstantes ser muchos,
forman una familia.
1Corintios 12:12