La lengua es un fuego… ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal… llena de veneno mortal.
Santiago 3:6-8
El que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustias.
Proverbios 21:23
Por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
Mateo 12:37
Lengua: palabra que designa a la vez el órgano físico de nuestro cuerpo y el lenguaje humano. Mediante ella expresamos con palabras nuestros sentimientos y emociones; nos comunicamos. Nuestras palabras desempeñan un papel fundamental en nuestras relaciones con los demás. La Biblia lo subraya con expresiones muy claras:
“La muerte y la vida están en poder de la lengua” (Proverbios 18:21). Ese poder es comparado al de un pequeño fuego que provoca un gran incendio (Santiago 3:5). La Biblia nos advierte contra las malas acciones de la lengua:
– La maledicencia es subrayar el mal en el otro (Levítico 19:16).
– La calumnia es una acusación mentirosa (Proverbios 10:18).
– Las palabras inspiradas por la ira, la envidia, el orgullo (Efesios 4:31).
– Las palabras mentirosas (Zacarías 8:17).
– Las bromas sucias o groseras (Efesios 5:4).
– Las palabras que hieren (Proverbios 12:18).
¡Tales palabras pueden ser devastadoras para los demás y también para el que las pronuncia, ya sea en las familias, las iglesias locales, las empresas o la sociedad!
Refrenar la lengua es velar continuamente sobre nuestras palabras para que éstas sean agradables a nuestro Dios. “El amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece… no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad” (1 Corintios 13:4-6).
Job 2-3 – Juan 19:31-42 – Salmo 119:137-144 – Proverbios 27:1-2
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