El fósforo le dijo a la vela:
– Hoy te encenderé.
– ¡Oh no!,dijo la vela, tú no te das cuenta que, si me enciendes, mis días estaráncontados; no me hagas una maldad de esas.
– ¿Entoncestú quieres permanecer así toda tu vida? ¿Dura, fría y sin haber brillado nunca?preguntó el fósforo.
– ¿Pero tienesque quemarme? Eso duele y además consume todas mis fuerzas, murmuró la vela. Entonces respondió el fósforo:
– ¡Tienestoda la razón!. Pero esa es nuestra misión. Tú y yo fuimos hechos para ser luzy lo que yo como fósforo puedo hacer es muy poco, mi llama es pequeña y mi tiempo es corto. Perosi te paso mi llama, habré cumplido con el propósito de mi vida; yo fui hechojustamente para eso, para comenzar el fuego.
Ahora, tú eres una vela y tu misión es brillar. Todo tudolor y energía se transformará en luz y calor por un buen tiempo.
Oyendo eso, la vela miró al fósforo que ya estaba en elfinal de su llama y le dijo:
– ¡Porfavor, enciéndeme!
Y así produjo una linda y brillante llama.
Así como la vela, a veces, es necesario pasar porexperiencias duras, experimentar el dolor y sufrimiento para que lo mejor quetenemos surja, sea compartido y podamos ser LUZ.
Recuerda que “mar calmado no hace buenosmarineros”, los mejores son revelados en las aguas agitadas.
Entonces, si tuvieras que pasar por la experiencia de lavela, recuerda que servir y compartir el amor es el combustible que nosmantiene vivos.
¡Tú, que fuiste hecho a imagen y semejanza de Dios, eres laluz del mundo y tu misión es irradiar esa luz!
Dios te bendiga.
Nunca olvides que siempre debemos ser luz. Una luz que guíe,no que opaque o ciegue.
Tengamos un bendecido y exitoso 2019 y seamos luz paranuestros seres queridos.
Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy laluz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luzde la vida. (Juan 8:12)