Dios creó a los hombres con libertad, pero Satanás sedujo al hombre y este perdió la libertad. Hay personas que creen que son libres, pero las cadenas del pecado los tienen atados. Yo soy un hombre libre, porque Jesucristo me hizo libre. Cuando uno le entrega su corazón a Jesucristo, este hace a uno libre. No soy esclavo del pecado. No soy esclavo de Satanás. No soy esclavo de nadie. Mi libertad se la debo a Jesucristo. Yo disfruto día a día mi libertad. (Jorge L. Cintrón