¿A qué… me compararéis? dice el Santo (Dios)… Yo hice la tierra, y creé sobre ella al hombre. Yo, mis manos, extendieron los cielos… Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí.
Isaías 40:25; 45:12, 21
¿Quién es Dios?
Esta pregunta es universal. Los hombres de todas las épocas y civilizaciones se la han hecho. ¿Quién puede responder mejor a esta pregunta sino Dios mismo? Escuchémosle en su Palabra, la Biblia:
–Dios es Espíritu (Juan 4:24), por lo tanto Dios es un Ser espiritual.
–Dios es infinitamente grande; es soberano y no tiene limitaciones:
¿El tiempo? Dios es eterno. No tuvo principio, es y será siempre el Mismo (Salmo 90:2).
¿El poder? No tiene límites (Job 42:2). Todo lo que Dios quiere, lo hace (Salmo 115:3).
¿El espacio? Dios está en todo lugar y en todo momento. Nadie puede escapar a su mirada (Salmo 139:7-12).
¿El conocimiento? Dios sabe todo. Conoce todo sobre nosotros, incluso nuestros pensamientos (Salmo 139:2).
–Dios es un solo Dios pero se manifestó en tres personas: Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo (Mateo 28:19).
–Dios es santo y justo. “Dios es luz” (1 Juan 1:5). Está separado del mal. Es perfectamente justo en sus juicios (Nehemías 9:33). Aborrece el pecado (Habacuc 1:13).
–Dios es amor (1 Juan 4:8). Está lleno de misericordia, de gracia, paciencia y bondad.
Falta espacio para seguir enumerando los atributos de Dios, un Dios único, un Dios infinito. Pero también un Dios que quiere entablar una relación estrecha con cada uno de nosotros.
(continuará)
Sofonías 2 – Filemón – Salmo 109:20-31 – Proverbios 24:17-18
© Editorial La Buena Semilla