LUCAS 2:10 “ Pero el ángel les dijo: «No tengan miedo. Miren que les traigo buenas noticias que serán motivo de mucha alegría para todo el pueblo.»”(NVI)
Habíamos disfrutado en familia de una cena de Navidad deliciosa y del intercambio de regalos. Nuestros parientes habían partido de regreso a sus hogares. «Bueno, parece que ya terminó la Navidad», suspiró mi esposo, a la vez que tomaba asiento en su sillón favorito.
«No lo creas», dije riendo.
Desafié a la familia a mantener el motivo por el que se celebra la Navidad en nuestros corazones por el resto del año. La evidencia material de la humilde llegada de Cristo a nuestro mundo desaparece de nuestras vidas poco después del 25 de diciembre.
Desarmamos los pesebres, guardamos las guirnaldas y decoraciones, nuestras agendas vuelven a su paso habitual, pero la celebración no tiene que terminar.
Siguiendo el ejemplo de CRISTO, podemos mostrar mediante nuestro carácter, conducta y palabras que el espíritu de JESÚS vive en nosotros. Nuestro carácter puede convertirse en una llama que brille para abrigar un corazón frío. Nuestras palabras pueden ser cariñosas y gentiles. Nuestra conducta puede mostrar a un mundo que sufre, 365 días al año, que tenemos esperanza en nuestro SEÑOR y SALVADOR.
OREMOS: Padre DIOS, ayúdanos a tenerte en nuestras vidas todos los días, y no solo en el tiempo de Navidad. En el nombre de Cristo, amén.
Sra. Wilma Rose Vernich (Tennessee, EE.UU.)